miércoles, 22 de febrero de 2012

La guinda



Anoche, tras mi enésimo intento de coger el ritmo para estudiarme todo el tercero en tres míseros meses (intento frustrado, por cierto) tuve la suerte de poder airearme de cenita con unos compis muy especiales: los que están "al otro lado". Me hizo mucha gracia porque, entre otras cosas, me enteré de que tengo un club de fans en la 63 promociónXD jajaja y me sentí algo culpable de no poder actualizar asiduamente al recordar los buenos tiempos de blogger, pero todo tiene su momento y hasta empecé a plantearme qué hacer con el blog si aprobara.... Quizá lo cierre, quizá sólo lo deje abierto para seguidores que comenten asiduamente, aún no lo sé, lo que sí sé, y me recordaron ayer, es que este blog se merece su guinda: la entrada del aprobado definitivo. Y esa guinda no cae del cielo por veteranía o porque valgas mucho para realizar el trabajo en un futuro, hay que saberse los temas y hay que empollárselos en tiempo récord sin excusas ni distracciones, y es lo que me propongo hacer.

¿Qué son tres meses tras años de sacrificio? N A D A. Además, si bien tengo el handicap del tiempo en mi contra tengo a favor que ya me metí la empollada padre el año pasado y que los temas no son nuevos, y por otro lado, aunque suene contradictorio, que me quedaré fuera de la dispensa por un punto de mi*rda, por lo que no tendré la tranquilidad de "si no es este será el que viene", no. Tengo la soberana mala suerte de que siempre me toca de las últimas y no tengo tiempo para rematar el tercero, pues habrá que sacarle el lado positivo y pensar "Qué bien, sólo tres meses de infierno, mucho mejor que ocho" jajajaja

Tengo la suerte, y ahora sé que me repito más que el ajo pero es lo que tiene hacerse viejuna así que me lo vais a perdonar, de que  a mí la opo me ha aportado muchísimas cosas buenas: me ha acercado a mi familia, me ha hecho (en mi opinión) mejor persona, más tolerante y paciente y sobre todo me ha aportado muchísimos amigos, de los de verdad, de los que sabes que siempre estarán ahí para lo que haga falta, eso vale más que mil aprobados y lo tengo claro, lo que también tengo claro es que a la opo no le puedo sacar más, así que me toca aprobar de una vezXD  Si no fuera por todo lo bueno que me ha brindado esta aventura seguramente os diría que no han merecido la pena estos años de restricciones, aún aprobando, pues no hay trabajo que compense "sacrificar" años de juventud si durante ese tiempo no has logrado avanzar en los campos importantes de la vida que son las personas que nos rodean.

Así que tras este rollo patatero os diré, a los que lleváis poquito que no descuidéis todo lo demás que es lo que pesará más en la balanza cuando miréis atrás y echéis cuentas del tiempo invertido, que ser buen compañero y estar siempre dispuesto a ayudar trae muchísimas más ventajas que ser una víbora y encontrarte más sólo que la una una vez sacada la plaza, que aprobar es por lo que nos sacrificamos, sí, pero lo que da la felicidad es haber aprovechado el camino y llegar a la meta rodeado de gente que se alegra por ti... A mí ayer me lo recordaron y me dieron fuerzas renovadas para hacer lo posible a fin de poder compartir esa alegría. La guinda de la oposición no es aprobar sino cómo se aprueba. Yo ya tengo el cómo y os lo debo también a los que me apoyáis por aquí, así que ahora sólo me queda centrarme en el sprint. Gracias.

¡A por ellos, compis!

ACTUALIZACIÓN DE ÚLTIMA HORA: HA SALIDO EL CALENDARIO DEL TERCERO (y efectivamente, me he quedado fuera de la dispensa por décimas... qué tristeXD). Así que, compis terceristas, a currar, el culo pegado a la silla y los ojos fijos en los porqueris, que no se nos escape!

viernes, 10 de febrero de 2012

A la tercera va la vencida

Lo primero es lo primero: ¡HE VUELTO A APROBAR!
Yo no sé qué ocurre en este examen que cada año se pasa peor, no ya tanto durante la exposición sino al prepararlo y y una vez fuera del Supremo.
Este año los últimos meses han sido muy duros, no he podido estudiar lo que tenía planeado hasta el punto que recuerdo con claridad haber ido un día al prepa y haberle dicho "Sinceramente, creo que este año suspendo". Mi situación personal no era la ideal y veía claro que no me daba tiempo a dar el último repaso en dos semanas-diez días que es necesario para llevar los temas más frescos y poder defenderlos. 

De hecho la última vuelta me había costado casi un mes y pasó lo que pasó: fui a cantar tres días antes del examen y el cante me salíó fatal. Da igual que te sepas los temas de puta madre durante el año, lo que se necesita para asegurarse el aprobado es llevarlos todos en un solo día porque, por muy bien que se te de cantar un tema, si hace tres semanas que no te lo miras no lo cantarás con la soltura suficiente para que el Tribunal te lo pase.
Así que, asumido mi cante desastroso, me convencí de que yo no merecía suspender, que me sé todos los temas del primer oral y que sería una injusticia no ser capaz de defenderlos y quedarme sin oportunidad de ganar la plaza. Así que me fui a mi casa y en los dos días y medio de encierro que me quedaban me repasé todos los esquemas del temario del segundo ejercicio. 
Es muy duro confiar en lo que se sabe y dedicarle solo cinco minutos a cada tema, sin mirarse ni el contenido de los artículos, sólo tomando una imagen clara de lo que se tiene que decir en cada uno de ellos, pero a mí no me quedaba otra, no tenía tiempo material para un estudio más profundo y eso hice. Continué repasando durante la mañana en el tren y una vez llegados al hotel, cosa que no había hecho nunca (siempre he sido de la idea de que lo que te sabes te sabes y nada nuevo vas a aprender ese mismo día, sino que como mucho te harás un cacao mental) pero ahí creo que está la diferencia entre el veterano y el que no lo es. Tienes los temas tan manidos que un vistazo no te va a liar y confundir, pero sí te puede ayudar en ganar confianza si te cae en el examen la idea de que te lo has mirado en los últimos días, aunque sólo fuera por encima.

Fuimos a comer un menú del día en un restaurante cercano, nos estuvimos riendo de lo que servían bajo el nombre de "tiramisú", tomamos unos cuantos cafés de más porque el agotamiento no me permitía ni mantener los ojos medio abiertos y de camino al hotel para digievolucionar en opositora aspirante, con mi traje, mis tacones y mi look "Dioza fortuna". 

Durante el examen me sentí "cómoda"... todo lo cómoda que se puede una sentir delante de sus Señorías y más cuando se trata de un Tribunal en el que ya has suspendido dos veces, pero esta vez, a diferencia de las otras a medida que sacaba las fichas iba pensando "qué bien, este me lo miré hace poco"... ¡Pues claro! Los llevaba todos mirados de los últimos tres días! Así que canté cada tema en su tiempo, relacionando con muchos otros (ya que los tenía todos en la cabeza). Donde fallé algo fue en penal general en que los artículos no me salieron literales a la primera, a mí veces me pasa que si no enfilo el primero bien ya no me sale ni uno, así que más bien los fui explicando y ese fue el peor tema de mi exposición, pero en general salí de ahí con la sensación, por primera vez en mi vida, de haber aprobado. 

Después del examen empezó la tortura de turno, la eterna espera mientras todos te preguntan qué tal y tú sólo puedes contestar "he cantado todo". Es algo que cambiaría del sistema de examen, si es oral no es necesario tener al pobre que ha cantado esperando toda la tarde a saber el resultado, es agotador y psicológicamente te hunde. Por fin el Tribunal salió, el Presidente me dio la enhorabuena de pasada mientras le pasaba el acta al bedel y fue éste el que se me acercó a decirme la nota. 

Una vez fuera recuerdo haber cogido el teléfono a muchas personas pero no sé ni qué dije, en el restaurante durante la cena se me empezaron a caer las lágrimas a chorros, no de alegría sino de puro agotamiento, dejando salir la tensión de los últimos días, o quizá años. Como siempre no dormí nada. Me desperté a las cinco de la mañana soñando una y otra vez con el dichoso examen. Como dice mi novio es la habitación de hotel más desaprovechada de nuestras vidas. 
Al día siguiente sigues sin creerte que no tienes que estudiar porque sabes que al haber aprobado en cuatro días te toca volver a hincar los codos y volver a echar el resto y no sabes si tu cuerpo y tu mente aguantarán otro asalto. Llevo unos días postponiendo la vuelta al estudio porque quiero que sea la última vez que me tenga que volver a sentar a contrarreloj para enfrentarme de nuevo a la tortura del TS. Ojalá.